La expansión descontrolada del eucalipto pone a Asturias en riesgo de sufrir un mega-incendio como el de Portugal

Imagen archivo Pixabay.com
La Coordinadora Ecoloxista ha exigido al gobierno del Principado de Asturias y a los Ayuntamientos que sin demora se imponga una normativa forestal que recoja una distancia de seguridad a viviendas y edificaciones para los cultivos de especies pirrófitas (eucaliptos y pinos) de no menos de 200 metros de distancia.

La tragedia del incendio forestal de Portugal se puede producir en Asturias en cualquier momento. Las condiciones y los condicionantes de Asturias y Portugal son muy similares en cuanto a la invasión de eucaliptos u ocalitos así como la falta ante la ausencia en la normativa de unas distancias mínimas de las plantaciones de pinos y ocalitos a casas y demás edificaciones.
La catástrofe de Portugal fue debida a la confluencia de tres factores: la complicada orografía del terreno, las altas temperaturas unidas a las fuertes rachas de viento sur y, sobre todo, el tipo de vegetación-combustible existente en el que predominaban las manchas continuadas de hectáreas y hectáreas de ocalitos y pinos, especies altamente pirrófitas. Tres factores que también confluyen en nuestra región. Sobre los dos primeros no podemos actuar; pero sobre el tercero sí, lo suficiente como para romper la cadena de la tragedia.
En Portugal se estima que el 26% de la superficie forestal total es ocalito. En Asturias casi el 20%, pero en la rasa costera de Oriente a Occidente, que es donde se concentran todas las plantaciones, está en torno al 70%, siendo especialmente grave en concejos tan densamente poblados como; Avilés, Carreño, Corvera, Gozon, Pravía, Castropol, Soto Barco, San Tirso de Abres, Muros del Nalón, Illas, donde alcanzan más del 80% de la superficie forestal total del concejo y en algunos el 100%. Hay concejos como Villaviciosa que tiene más de 6.400 hectáreas más del 10% del total de los ocalitos asturianos, lo que la idea de la colonización de este peligroso cultivo.
En Portugal el Gobierno ya había anunciado que en su futura reforma forestal contempla la congelación de la expansión del ocalito hasta, al menos, el año 2030 y la recuperación de especies autóctonas, menos agresivas con el medio, como el roble o el castaño. ¿Mientras tanto en Asturias qué es lo que hace el Gobierno Regional? Pues todo lo contrario. Recientemente anunció que se iba a modificar el Plan Forestal para permitir la plantación de otras 7.000 hectáreas más. Lo curioso del caso es que el actual Plan Forestal Asturiano contempla un máximo de 61.300 hectáreas  para el año 2060, cifra que ya se está a punto de alcanzar en el 2017, por lo que en teoría no se podrían seguir autorizando más plantaciones. De ahí los planes del Gobierno y de la Consejería de Desarrollo Rural para proceder a la modificación del Plan y poder continuar así con la expansión del ocalito.
Los planes del gobierno regional son de una irresponsabilidad absoluta. La amenaza de los grandes incendios, afectando a poblaciones enteras, son un peligro y una posibilidad cada día más próxima. Así lo llevan tiempo advirtiendo los expertos. Máxime si se continúa con la actual política forestal. Cualquier día se va producir una catástrofe similar a la portuguesa. La política forestal del Gobierno del señor Javier Fernández, apostando prácticamente en exclusiva por el monocultivo del ocalito para beneficiar a las papeleras, además de altamente peligrosa, resulta también un absurdo  desde el punto de vista socioeconómico, pues todo monocultivo nos introduce en una política tercermundista de dependencia productiva y explotación del medio ambiente.
Por ello se hace necesario, hoy más que nunca, una moratoria inmediata en las plantaciones de ocalito y tomar medidas preventivas de seguridad a viviendas y edificaciones. Aunque solo sea por frenar la expansión de esta bomba incendiaria en potencia y que elimina la biodiversidad de las masas de bosques autóctonos.

Fuente: Nota de prensa de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies

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